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Tensión en Líbano: el Gobierno afina estrategias para evacuar argentinos

Las amenazas en Medio Oriente obligaron a acelerar plan para el retorno de compatriotas. Participan Francos, Petri y Mondino

 

El Gobierno nacional evalúa un plan de evacuación para los argentinos que se encuentran en la República del Líbano, tras la reciente escalada bélica. La organización está en manos de los ministros: Guillermo Francos, jefe de Gabinete; Diana Mondino, Relaciones Exteriores; y Luis Petri, Defensa.
Es una decisión política y humanitaria de la administración de Javier Milei de proteger a sus ciudadanos y sacarlos cuanto antes de una zona de conflicto que escaló de forma repentina y tiene altísima posibilidad de ser un teatro de guerra.

En las últimas horas varias naciones pidieron a sus ciudadanos en el Líbano que abandonen el país “lo antes posible” por el peligro de un inminente ataque de Irán y del grupo terrorista libanés Hezbollah contra Israel.

Estrategias

Los primeros pasos del plan de evacuación consisten en confeccionar un listado de personas que estaban por razones turísticas, laborales y viviendo allí. Se cuenta con datos consulares previos y los que van aportando quienes buscan salir de la zona de violencia armada.

El medio de transporte: avión militar o aerolínea comercial, frecuencias y aeropuertos de escala no se conocen por razones de seguridad y confidencialidad que requiere la puesta en marcha del plan.

En 2023 el país activó la operación “Regreso Seguro” coordinada por Cancillería y Defensa y se utilizaron aeronaves C.130 Hércules de la Fuerza Aérea y de Aerolíneas Argentinas para repatriar ciudadanos argentinos de Israel que había sufrido un ataque del grupo terrorista Hamas.

El ministerio de Relaciones Exteriores emitió el sábado un comunicado recomendando a los connacionales que se encuentren en el Líbano “estar atentos a la evolución de la situación” y evitar o postergar viajes a ese país.

La situación del conflicto en Medio Oriente es de extrema volatilidad y se monitorea en diversos organismos del sistema de inteligencia nacional: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA) que conduce Alejandro Colombo, la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del ministerio de Defensa a cargo de Marco Constenla, la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del ministerio de Seguridad, dirigida por Ricardo Ferrer Picado, además del aporte de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la jefatura de Gabinete que comanda José Vila, veterano analista senior de inteligencia con expertise en antiterrorismo, cuyo último destino activo fue la delegación de la AFI (ex SIDE) en los Estados Unidos.

Los organismos reúnen, reciben y comparten informaciones propias y de la comunidad de inteligencia internacional de países amigos y aliados.

Situación tensa en la región

El bombardeo israelí en Beirut que mató al máximo comandante militar de Hezbollah, Fuad Shukr, y el asesinato atribuido a Israel en Teherán del jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, pusieron en alerta extrema a las agencias de inteligencia.

La amenaza del terrorismo pasó a primer plano de atención desde la asunción de Javier Milei en la presidencia del país. El Gobierno nacional declaró al grupo Hamas como “organización terrorista internacional. El anuncio fue realizado el viernes 12 de julio, a pocos días de cumplirse 30 años del atentado contra el edificio de la AMIA, que provocó la muerte de 85 personas.

La semana pasada el Gobierno a través del ministro de Defensa Luis Petri envió al Congreso un proyecto de ley para reformar la Ley de Seguridad Interior (art. 27) y habilitar la participación de las Fuerzas Armadas ante hechos de terrorismo. El vocero Manuel Adorni comunicó la reforma: «Se propone que las Fuerzas trabajen de forma coordinada con las fuerzas de seguridad para enfrentar el terrorismo con acciones de patrullaje, control de personas y vehículos en zonas determinadas», y aclaró que se prevén estas intervenciones «por tiempo limitado y que puedan detener en flagrancia».

La preocupación de los organismos de inteligencia surge también de data interna que siempre vinculó el régimen de Maduro con los intereses de la República Islámica de Irán. La inestabilidad política y represión a opositores en Venezuela por el fraude electoral atribuido a Maduro resulta terreno fértil a acciones terroristas contra otros blancos.

Es una sospecha con indicios creíbles que, debido a su proximidad a Estados Unidos, Irán utiliza a Venezuela (y Maduro) como su base de operaciones en Sudamérica. Envía agentes de la Guardia Revolucionaria iraní y terroristas de Hezbollah en una extensa red con puente terrestre en Venezuela hacia países objetivo, como lo fue Argentina con la AMIA.

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