Esto es así porque la sangre donada se divide en tres componentes: glóbulos rojos, plasma y plaquetas, que se transfunden a los enfermos según sus necesidades.
La sangre no se puede fabricar. La donación voluntaria es la única manera de contar con ese recurso vital irreemplazable que es tan importante para la salud.
Donar sangre es un acto solidario y seguro, ya que se utilizan materiales estériles y descartables. Además, el cuerpo compensa la sangre extraída produciendo más y renovando la oxigenación y renovación celular.