Una mediación permitió que los padres de un niño, actualmente separados, se pongan de acuerdo en los cuidados que requiere el hijo en común, aun cuando una de las partes se encuentra en un penal, privada de su libertad. De esta manera, pudieron superar sus diferencias por el interés superior del niño.
La situación de encierro de uno de los progenitores requirió adecuar legalmente la situación de cuidados del niño. Por eso, se acudió al Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos.
Se llevó a cabo una reunión virtual, una de las modalidades que permite acuerdos a distancia. En este caso, se coordinó con el Servicio Penitenciario para concretar la audiencia.
Finalmente, tras el diálogo en presencia de la mediadora, las partes acordaron el cuidado unilateral del niño a cargo de uno de los progenitores.
También se aceptó que “cualquier beneficio social en favor del niño sea percibido exclusivamente por el padre, consintiendo que este realice todos los trámites administrativos necesarios para ello”.
Por último acordaron que la mamá tendrá “un régimen de comunicación amplio con el niño, sujeto a los deseos y necesidades” del chico.