Con la participación de más de 200 profesionales de la abogacía de toda la provincia, finalizó ayer un ciclo de capacitaciones sobre “Estándares Internacionales de protección de los derechos de mujeres, diversidades y disidencias”, a cargo de la directora de Derechos Humanos y Género del Poder Judicial, María Fernanda Díaz. En las cuatro jornadas, realizadas en Roca, Cipolletti, Bariloche y Viedma, se presentó a los abogados y las abogadas el “Protocolo para el abordaje con Perspectiva de Géneros en las actuaciones judiciales” aprobado por el Superior Tribunal de Justicia mediante la reciente Acordada 06/2023.
Las capacitaciones fueron gratuitas para profesionales de la matrícula, estudiantes de abogacía y profesionales de otras disiciplinas, articuladas en cada ciudad con los respectivos Colegios de Abogados y Abogadas. El interés por la temática generó enriquecedores intercambios de opiniones, análisis y consultas en cada uno de los encuentros, que se realizaron entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre en las ciudades cabecera de las cuatro Circunscripciones.
El Protocolo para el abordaje con Perspectiva de Géneros en las actuaciones judiciales es una norma obligatoria e integral que alcanza a todos los escalafones, jerarquías y cargos del personal y el funcionariado del Poder Judicial de Río Negro, a la totalidad de integrantes de los Ministerios Públicos, a los y las profesionales particulares que presentan pericias, a agentes de otros organismos estatales que interactúan en los procesos judiciales y también a los abogados y las abogadas que representan a las personas e instituciones en cualquier litigio.
Además de los lineamientos para el abordaje de todos los trámites y procesos judiciales, el Protocolo incluye un Glosario de Géneros aprobado por el STJ, que se brinda como una herramienta de actualización permanente para consulta del público en general y de operadoras y operadores del servicio de justicia en particular.
La Acordada establece que los y las profesionales del Derecho “sin perjuicio de abogar por los intereses” de sus clientes, tienen el deber especial de “promover una adecuada representación legal e integral que procure el respeto por los Derechos Humanos de las personas involucradas en la situación judicializada”.
Así, el Protocolo refuerza para todas las personas que intervienen en el servicio de justicia la obligación general de aplicar la perspectiva de géneros en cualquier situación “que involucre los derechos de mujeres, diversidades y/o disidencias, con el objeto de garantizar la igualdad y el acceso a justicia y de evitar análisis que pueden resultar estandarizados, simplificados y/o sesgados en base a prejuicios o estereotipos de género”.
Tanto el Protocolo como el Glosario y las demás normas dictadas por el Poder Judicial para afianzar su política transversal con perspectiva de géneros están disponibles en la portada de la página web institucional, en la sección “Derechos Humanos y Género”, o a través del enlace directo https://www.jusrionegro.gov.ar/web/acceso-a-justicia/oficina-genero/?id=1
Cambio cultural
En el cierre del ciclo de capacitaciones la Presidenta del Superior Tribunal de Justicia y representante institucional de la Oficina de Derechos Humanos y Género, Liliana Piccinini, celebró el interés de los y las profesionales del derecho.
Afirmó que para alcanzar el objetivo de abordar con perspectiva de géneros cualquier trámite judicial es necesario seguir transitando este cambio cultural. Y destacó que a través de las capacitaciones y las normas integradoras como el Protocolo, se espera que cada protagonista del servicio de justicia logre apropiarse de “esta nueva manera de ver e interpretar las cosas”, que tiene como único objetivo materializar “la igualdad y la equidad para las mujeres, diversidades y disidencias”.
“El trabajo que se ha realizado desde la Oficina de Derechos Humanos y Género, de poner en un cuerpo normativo todo aquello que pueda servir de guía o abordaje para absolutamente todos los que operamos en el sistema, es la mejor manera de generar cultura”, enfatizó.
Finalmente, recalcó el valor del intercambio con los y las profesionales de la matrícula: “Podemos hacer la mejor Acordada, con las mejores intenciones, pero si no la comunicamos y no entramos en diálogo con el resto de los operadores del sistema, la Acordada quedará allí colgada, como un lindo instrumento lleno de buenas intenciones, pero no será operativa”.