Luego de cinco intensos días de cobertura, el equipo de Zona Militar puede afirmar que el ejercicio AONIKENK 2024 realizado por las Fuerzas Armadas fue realizado con éxito. Con un estimado de 1845 personas desplegadas en el terreno, sin contar aquellos que participaron desde el Teatro de Operaciones en la base de Puerto Belgrano, implicó una infinidad de actividades coordinadas metódicamente por el Ejército Argentino.
El ejercicio AONIKENK 2024 buscó simular un escenario en el que el enemigo tenía la posibilidad de conquistar territorio argentino con una capacidad determinada de medios. En este contexto, las Fuerzas Armadas operaron de diversas maneras para responder a una posible maniobra ofensiva frontal del oponente, con un esfuerzo principal desde el sur y un esfuerzo secundario desde el este.
A lo largo de los 10 días de duración del ejercicio, cada unidad y personal militar desplegado en el terreno realizó diversas maniobras específicas, sin dejar de lado la cooperación constante y simultánea. Por este motivo, AONIKENK se cataloga como un ejercicio de Adiestramiento Operacional.
Pero, ¿cómo se organizaron las FF.AA. para llevar adelante el ejercicio?
Tal como mencionamos anteriormente, los diversos elementos de las Fuerzas Armadas desarrollaron una entrada sucesiva de tropas en el terreno ante una agresión simulada. A lo largo de más de 10 días, el objetivo fue poner en práctica acciones multidominio. Así, las primeras actividades implicaron una acción retardante, empleando inicialmente fuerzas de intervención regional, como la Infantería de Marina y la Brigada de Monte III como refuerzo.
Con el desgaste del enemigo en los días subsiguientes, comenzó a intervenir la Fuerza de Intervención Rápida (FIR). Es en este punto donde se inician las acciones de configuración, con el refuerzo de otras unidades como Asalto Aéreo, la IV Brigada Aerotransportada y elementos de Operaciones Especiales. El objetivo central era obligar al adversario a desviar recursos de su esfuerzo principal, para así cortar sus lazos tácticos y afectar su avance.
Finalmente, la Fuerza de Defensa Principal, compuesta por unidades mecanizadas y blindadas que se conectaron con los paracaidistas y el Asalto Aéreo, se encargó de ejecutar las maniobras finales sobre la fuerza adversaria. Las acciones se llevaron a cabo con el apoyo constante de fuego de artillería, comunicaciones, sostenimiento y otras áreas.
En su totalidad, participaron en AONIKENK 2024:
- La Brigada Blindada I, con 10 TAM y 2 TAM 2C, más un elemento de artillería con 4 cañones de 155mm.
- La Brigada de Monte III, transportada por la FAA.
- La IV Brigada Aerotransportada, con un elemento paracaidista, un elemento de asalto aéreo y un elemento de apoyo al paracaidista.
- La Xma Brigada Mecanizada, con los Sk-105 Kürassier y los camiones OshKosh 6×6.
- La Fuerza de Operaciones Especiales, con la Compañía de Comandos 603, a la cual se sumó el Grupo de Operaciones Especiales, la Agrupación de Comandos Anfibios y la Agrupación Buzos Tácticos. Otros elementos de la FOE se encuentran desplegados en Pulmarí, Neuquén.
- La Brigada de Infantería de Marina.
- La Dirección de Aviación del Ejército, con helicópteros UH-1H, AB-206B1 y un avión CASA C-212.
- El Batallón de Comunicaciones de la Agrupación de Comunicaciones, dependiente de la Agrupación 601.
- Un elemento de transporte.
- Un elemento de inteligencia, con destacamento de inteligencia de combate (radares, sensores, UAVs).
- Un elemento de sanidad, parte del sistema de evacuación.
- Un elemento de la Agrupación de Artillería Antiaérea 602 Mix, con cañones antiaéreos Oerlikon de 35mm asociados al sistema Skyguard, asi como radares y medios anti-drone.
El Comando de Operaciones Tácticas en AONIKENK
El procesamiento de información en tiempo real, sin afectar el cumplimiento de la misión, fue uno de los ejes del ejercicio. En la actualidad, con la multiplicidad de elementos tecnológicos inmediatos, es crucial tomar decisiones con anticipación. Con este objetivo se estableció el Puesto de Comando de Operaciones Tácticas en AONIKENK bajo la teoría ODA (Observación – Decisión – Acción).
El puesto utilizaba un “Ritmo de Batalla”, una matriz que coordinaba todas las células del Comando, aunque cada una tenía su propio listado y seguimiento de actividades individuales. Esta secuencia lógica constante permitía al Comandante coordinar las operaciones del ejercicio. En resumen: cada célula sabía exactamente qué debía hacer basándose en su conocimiento y funciones, mientras que el Comandante coordinaba las operaciones según el trabajo de cada una de ellas. En este sentido, el puesto estaba compuesto por las células de comunicaciones, inteligencia, maniobra, apoyo de fuego, sostenimiento y protección.
- La célula de comunicaciones observaba la situación de la propia tropa, las capacidades del enemigo y las condiciones del ambiente geográfico. A partir de las órdenes impartidas e integradas en la plataforma SITEA, se conformaba como el enlace primordial entre los puestos de comando, internet, intranet y telefonía, permitiendo conocer las situaciones en tiempo real.
- La célula de inteligencia obtenía información de diferentes medios, la procesaba, analizaba y diseminaba para reducir la incertidumbre y evaluar las amenazas de manera conjunta.
En paralelo, la célula de maniobra se destacó por accionar sobre el oponente, actuando según las órdenes recibidas y las capacidades disponibles. La célula de apoyo de fuego (APAB) ajustaba su labor en función de la maniobra, estableciendo un orden de prioridades para determinar con qué arma abatir al enemigo.
Finalmente, las células de sostenimiento y protección fueron responsables de proveer la logística de material y personal, y de aumentar la supervivencia de las tropas mediante la defensa antiaérea, la guerra electrónica y las ciberoperaciones.
Desde el despliegue de tanques y cazacarros del Ejército Argentino en operaciones de ataque, hasta desembarcos anfibios y cabezas de playa establecidas por la Infantería de Marina, pasando por el lanzamiento de paracaidistas desde aviones Hércules de la Fuerza Aérea y el apoyo de fuego de artillería, las Fuerzas Armadas demostraron en AONIKENK la importancia del accionar multidominio, de manera operativamente organizada y profundamente coordinada.