Según se había anunciado oportunamente, en el pasado mes de agosto se debería haber colocado la quilla e iniciado la construcción del nuevo buque para la Infantería de Marína.
Bueno, no ocurrió, según se supo el Ministerio de Defensa todavía está a la búsqueda del financiamiento para iniciar la construcción.
Mismo inconveniente ocurre con el proyecto de construcción del nuevo buque polar.
Es muy fácil caerle a los astilleros nacionales y en oportunidades las críticas son completamente fundadas, pero si desde los ministerios de Defensa y de Economía no se ponen las pilas es imposible cumplir con planes y plazos.